5 razones por las que las mochilas portabebés ergonómicas evitan la posición cuna

En la crianza “tradicional” existen muchas ideas preconcebidas, conceptos que se transmiten de generación en generación, sin más. A menudo no son más que una costumbre, es decir, una idea que se mantiene sin ningún apoyo científico o racional detrás, simplemente porque siempre se ha hecho así.

Es lo que ocurre con la posición cuna: tradicionalmente se ha tenido a los bebés siempre tumbados en carritos, cunas, hamacas, colchonetas, etc.

Pero lo cierto es que no hay ninguna razón para preferir que un bebé pase la mayor parte del día tumbado.

Es más, los bebés que permanecen mucho tiempo tumbados en una cuna o carrito tienen, entre otras cosas:

  • Un riesgo considerable de padecer plagiocefalia postural,
  • Respiran peor (muy especialmente si tienen poquitos) y
  • Presentan dificultades si padecen reflujo o regurgitaciones.

En cambio, los bebés que permanecen mucho tiempo erguidos en un portabebés ergonómico:

  • Evitan la plagiocefalia postural y la mejoran en los casos en los que ya se ha producido.
  • Respiran mejor.
  • Mejoran considerablemente las regurgitaciones y el sufrimiento que les produce el reflujo.
  • Expulsan mejor los gases y disminuyen los cólicos.
  • Previenen la displasia de cadera gracias a la óptima posición que la mochila ergonómica le permite.
  • Mejoran su desarrollo muscular y tono general así como su sistema vestibular.

Dicho de otro modo:

Mientras que la posición erguida, vertical, está llena de beneficios tanto para el bebé como para el que lo lleva, la posición cuna o tumbada no nos aporta ninguna.

Nos ocurre muy a menudo que cuando asesoramos acerca de qué mochila portabebés ergonómica elegir, los papás nos preguntáis si permiten la posición cuna.

Excepto las mochilas Caboo por sus especiales características, las mochilas ergonómicas no permiten la posición cuna o tumbada, prefiriendo siempre la posición erguida bien sea vientre con vientre, a la espalda o a la cadera.

5 razones por las que las mochilas portabebés ergonómicas evitan la posición cuna

Os hemos dado algunas pistas al principio de este artículo pero ahora lo desarrollaremos con más detalle.

Existen razones muy claras por las que las mochilas ergonómicas priorizan la posición erguida o vertical y evitan la posición tumbada u horizontal:

    1. En la posición tumbada u horizontal existe riesgo de asfixia. La razón es que los bebés muy pequeñitos no tienen un buen control cefálico por lo que no son capaces de levantar la cabeza por si solos hasta que tienen varios meses de edad. Estando tumbados es relativamente sencillo que su mentón termine tocando su pecho y no puedan respirar, no siendo capaces de mover la cabeza para evitar la asfixia ni obviamente de pedir ayuda. Ese mismo riesgo existiría, por ejemplo, si la tela del portabebés o el propio cuerpo del porteador termina cubriendo sus vías respiratorias. Cuando el bebé va tumbado es más difícil que su cuidador pueda observar los signos de bienestar del niño, algo que también debemos tener en cuenta dada la inmadurez de los más pequeñitos. Esto que advertimos puede ocurrir aún más fácilmente en esas bandoleras pseudoergonómicas, muchas con forma de C, que con frecuencia se ven en las grandes superficies. En ellas el bebé no sólo va tumbado de cualquier forma sino que la tela no se adapta a su cuerpo ni al del porteador: el niño se acaba arrugando dentro y con ello el riesgo de asfixia postural se eleva.
    1. La posición tumbada no permite colocar las caderas y piernas del bebé en “posición de ranita“, sino que el niño iría con las piernas juntas.
    1. La posición tumbada es incómoda para los bebés que padecen de reflujo o regurgitaciones frecuentes. De hecho, muchos bebés no toleran esta posición de ninguna manera y tienen un vivo interés por ponerse erguidos, posición que les permite descubrir el mundo más fácilmente.
    1. La posición tumbada no es cómoda para el porteador, que no puede acoplar bien el cuerpo del niño al suyo propio, desequilibrando su centro de gravedad y llevando “un bulto” demasiado voluminoso delante de su cuerpo, lo que podría provocar que choque accidentalmente con algún objeto o incluso una caída.
  1. No es necesario tumbar al bebé para darle el pecho. Es más, mamar en posición erguida es beneficioso tanto para el bebé como para la madre. Dar el pecho con el niño en vertical dentro de la mochila permite el vaciamiento de la mama desde un ángulo que no es el habitual cuando lactamos con el niño en brazos, por ejemplo sentadas en un sofá. Vaciar el pecho desde varias posiciones previene las obstrucciones y mastitis. Además, los niños pueden compatibilizar mamar con seguir observando el mundo y a su madre, algo que les encanta desde bien pequeñitos. Los niños que toman el pecho en la mochila echan los gases (si los tienen) con más facilidad y regurgitan mucho menos.

En definitiva, como decíamos anteriormente, no hay ninguna razón para preferir portear a un bebé tumbado mientras que la posición erguida aporta múltiples beneficios: prevención de la displasia de cadera, la plafiocefalia y la asfixia postural, mejor desarrollo del tono muscular y del sistema vestibular, mejora del reflujo gastroesofágico y un largo etcétera.

El International Hip Dysplasia Institute lo explica muy visualmente en esta imagen  en la que desaconseja la posición cuna o tumbada y los portabebés con forma de “C”.

Si vas a utilizar tu Caboo en la posición cuna, procura que sea durante poco tiempo, con la tripa de tu bebé siempre tocando la tuya, preferiblemente con su cabeza más alta que el resto del cuerpo y siempre siempre siempre con su mentón elevado y su carita despejada, de forma que tu puedas comprobar que respira correctamente y se encuentra bien.

Tengamos siempre presente que el porteo ergonómico es comodidad, practicidad y contacto pero, ante todo, es porteo seguro.